EUROPA
PRESS
2 octubre
2021
El
ayuno intermitente ¿también ralentiza el proceso de envejecimiento?
Una nueva investigación de la
Universidad de Columbia (Estados Unidos) sobre moscas de la fruta ha revelado
cómo el ayuno intermitente actúa en el interior de las células para ralentizar
el proceso de envejecimiento y apunta a posibles formas de obtener los
beneficios del ayuno para la salud sin pasar hambre, según publican sus autores
en la revista 'Nature'.
Se le llame al ayuno intermitente Dieta 5:2 o Método 16/8,
las celebridades lo han adoptado y lo publicitan como una gran manera de perder
peso. Si bien es cierto que el ayuno está ahora de moda, la ciencia real ya
respaldaba las afirmaciones de que ayunar dos días a la semana o restringir la
alimentación a una ventana de ocho horas cada día conduce a la pérdida de peso.
Y ahora los científicos han descubierto que el ayuno
intermitente tiene aún más beneficios para la salud que no están relacionados
con el peso, ya que los estudios realizados en ratones y otros animales
muestran que el ayuno intermitente también aumenta la longevidad.
Pero para aquellos que quieran adoptar el ayuno intermitente
para ralentizar el proceso de envejecimiento, hay una trampa, advierten los
investigadores. En la sociedad moderna, la gente está acostumbrada a hacer tres
comidas al día, y el ayuno intermitente es difícil.
El ayuno intermitente y la alimentación restringida en
general limitan la comida, pero no la ingesta calórica total, a determinadas
horas del día. En cambio, la restricción alimentaria, que también ha demostrado
aumentar la longevidad, reduce la ingesta calórica.
"Dado que el ayuno intermitente restringe el horario de
la comida, se ha planteado la hipótesis de que los relojes biológicos naturales
desempeñan un papel importante", explica la doctora Mimi Shirasu-Hiza, profesora asociada
de genética y desarrollo en el Colegio de Médicos y Cirujanos Vagelos de la Universidad de Columbia y experta en ritmos
circadianos, que dirigió el estudio.
Shirasu-Hiza
y el doctor Matt Ulgherait, investigador asociado de
su laboratorio, recurrieron a las moscas de la fruta para investigar. Las
moscas de la fruta tienen relojes biológicos similares a los de los seres
humanos, permaneciendo activas durante el día y durmiendo por la noche, además
de compartir aproximadamente el 70% de los genes relacionados con las
enfermedades humanas. Según Shirasu-Hiza, las moscas de la fruta son un modelo excelente para
el envejecimiento, porque las moscas de la fruta y los humanos envejecen de
forma similar, pero como las moscas de la fruta sólo viven dos meses, los
experimentos de envejecimiento son más factibles técnicamente.
Los investigadores sometieron a sus moscas a uno de los
cuatro programas diferentes: 24 horas de acceso sin restricciones a la comida,
12 horas de acceso diurno a la comida, 24 horas de ayuno seguidas de 24 horas
de alimentación sin restricciones, o lo que los investigadores llamaron ayuno
intermitente con restricciones de tiempo o iTRF (20
horas de ayuno seguidas de un día de recuperación con alimentación ilimitada).
Entre los cuatro programas de alimentación, sólo el iTRF prolongó significativamente la vida útil: un 18% para
las mujeres y un 13% para los hombres.
Y el momento del ayuno de 20 horas fue crítico: La esperanza
de vida sólo aumentó en las moscas que ayunaron por la noche y rompieron el
ayuno a la hora de comer. La vida de las moscas que ayunaron todo el día y
comieron sólo por la noche no cambió.
Para los investigadores, el papel del tiempo fue una gran pista
sobre la relación entre el ayuno y la longevidad. Descubrieron que tras el
ayuno se produce un proceso de limpieza celular, pero sólo cuando el ayuno se
produce durante la noche. Los científicos llaman a este proceso de limpieza
celular autofagia (en griego significa autocomida), y
se sabe que este proceso retrasa el envejecimiento al limpiar y reciclar los
componentes dañados de la célula.
"Descubrimos que los beneficios de la iTRF para prolongar la vida requieren un ritmo circadiano
funcional y componentes de autofagia", afirma Shirasu-Hiza. "Cuando cualquiera de esos procesos se
interrumpió, la dieta no tuvo ningún efecto sobre la longevidad de los
animales".
La iTRF no sólo aumentó la vida
útil de las moscas, sino que el régimen alimentario también mejoró la
"salud" de las moscas, aumentando la función muscular y neuronal,
reduciendo la agregación de proteínas relacionada con el envejecimiento y
retrasando la aparición de marcadores de envejecimiento en los músculos y los
tejidos intestinales.
Las células humanas utilizan los mismos procesos de limpieza
celular, por lo que los hallazgos plantean la posibilidad de que los cambios de
comportamiento o los fármacos que estimulan el proceso de limpieza podrían
proporcionar a las personas beneficios de salud similares, retrasando las
enfermedades relacionadas con la edad y prolongando la vida útil.
"Cualquier tipo de alimentación restringida es
difícil", dice Ulgherait. "Requiere mucha
disciplina, y la mayoría de los estudios sobre el ayuno restringido en humanos
han incorporado un día de trampa para hacerlo más tolerable. Sería mucho más
fácil obtener los mismos beneficios para la salud si pudiéramos potenciar la
autofagia farmacológicamente, concretamente por la noche."